domingo, 18 de diciembre de 2011

Los temibles vicuñeros de la Puna

“¡Comisión, comisión..!”, retumbaba estentóreo el grito del jefe de la guardia entre las sólidas  paredes de piedra de la comisaría de San Antonio de los Cobres. “Vicuñeros, vicuñeros”, rezaba el lacónico mensaje que llevaba implícita la orden de alistarse para partir en busca de quienes, consideraos infractores a la ley de protección de los hermosos y valiosos auquénidos puneños, debían ser capturados, generándose a veces, por ello, duros y sangrientos enfrentamientos. Es verdad, según el testimonio de algunos declaran abiertamente “todos nosotros somos vicuñeros; siempre tenemos algunos cueritos para vender”. Esto conlleva, dentro del contexto en que transcurre, muchos interrogantes y el porqué de esa conducta ancestral. Todos sus antepasados también lo fueron. Tal comportamiento merece un profundo estudio, lo que invariablemente nos conduce, indefectiblemente, al desconocimiento del habitante andino, sus usos, sus costumbres, su idiosincrasia. Su hábitat MMMMMMMMMMM
  No siempre la partida de las comisiones policiales a la presencia de los peligrosos vicuñeros, una verdadera plaga a la que se combatió por años, sino también a la de los grupos de contrabandistas y malhechores comunes, como prófugos de la justicia en el peor de los casos. Cuando la noticia de la presencia de vicuñeros en determinado lugar ganaba las calles de la entonces capital de la gobernación de Los Andes, el temor sobrecogía a los hogares de los policías que debían integrar la comisión, y aunque para los guardianes del orden ello significaba un mero acto de rutina, para sus seres queridos era lisa y llanamente un drama con todos los aditamentos de una tragedia en ciernes Los vicuñeros representaban una falange de aguerridos cazadores, plenamente identificados con el riguroso ambiente de la Puna, donde desarrollaban sus rentables actividades al margen de la ley. Con la caza indiscriminada de vicuñas obtenían ganancias por el alto precio de sus pieles, sin importarles si reducían o no la población de los indefensos animales, hasta casi provocar su total desaparición. Los testimonios de quienes trataron a los vicuñeros demuestran que eran experimentados conocedores de todos los secretos de la Puna, además de eficaces tiradores, nativos del lugar todos ellos…
 (NdA): El artículo publicado en Todo es Historia (nº 279), en septiembre de 1990, consta de 19 páginas y contiene notas exclusivas con protagonistas y testigos de la realidad que se vivía en aquel espacio de tiempo que hoy es historia. Entre los hombres dedicados a este comercio ilegal, encontramos la presencia de varias aguerridas mujeres; la dama puneña, de apariencia humilde, no es fácil de llevar, más cuando encontramos en ellas un atisbo de caudillismo.

sábado, 8 de octubre de 2011

“Tarija en la Independencia del Virreinato del Río de la Plata”

El doctor Eduardo Trigo O’Connor d’Arlach es abogado, diplomático y periodista. Realizó estudios en las universidades Juan Misael Saracho de Tarija y San Andrés de La Paz, hizo estudios de especialización en el University College de Londres y en la Academia de Derecho Internacional de La Haya. Ha desempeñado cargos en todas las jerarquías en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Fue Vicecanciller de la República de Bolivia y representó al país en Gran Bretaña y Argentina, donde fue Embajador. También se ha dedicado a la docencia y a la actividad académica como catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad de Tarija, su ciudad natal. Es autor del libro Conversaciones con Víctor Paz Estenssoro. Tiene decenas de publicaciones de diversos temas, especialmente históricos, en diarios de Bolivia y de Argentina. Ostenta condecoraciones de varios países extranjeros. Está casado con Silvia Moscoso Blacud y tiene tres hijos: María del Carmen, Eduardo y María Silvia.
  En la Introducción de su obra el doctor Eduardo Trigo O’Connor d’Arlach escribió: “La participación de Tarija en la guerra de la emancipación no fue debidamente estudiada por los historiadores bolivianos debido, principalmente, a que la documentación se encuentra casi en su totalidad en archivos argentinos, en razón de que por Cédula Real del 17 de febrero de 1807 dejó de pertenecer en lo administrativo y religioso al Alto Perú y pasó a formar parte de la Intendencia de Salta, hoy provincia de la República Argentina.
  “Una excepción fue la de los escritores tarijeños Tomás O’Connor d’Arlach, Luis Paz, Luis Pizarro y Bernardo Trigo, que con gran amor al terruño realizaron investigaciones que resultaron parciales debido a la dificultad de disponer de toda la documentación requerida. En Buenos Aires, en mis tareas heurísticas, recibí la colaboración de los investigadores Cristina Minutolo de Orsi, Emilio A. Bidondo, Héctor J. Tanzi, Mariano Echazú de Lezica, Ernesto Trigo Pizarro, Gastón Doucet y Juan Isidro Quezada, para quienes conservo gratitud que me es muy satisfactorio destacar. Debo mencionar la importancia de las publicaciones Historia de Tarija, Corpus documental, dirigido por Cristina Minutolo de Orsi, y Güemes Documental, que publicó Luis Güemes, obras de gran valor para quienes estudian el pasado. Un hecho que ha dado un singular valor a este trabajo ha sido el contar con la valiosa y eficiente colaboración de María Silvia, mi hija, a quien testimonio el orgullo y la satisfacción que con su ayuda he tenido. Eduardo Trigo O’Connor d’Arlach, Tarija, abril de 2009”.
  La señora Lupe Cajías es autora en la presentación del libro del doctor Trigo O’Connor d’Arlach, a la que tituló Una historia, una pasión, una tarea inconclusa”, de donde extraemos: “La médula de este libro y la que considero adición fundamental a la historia nacional, es la permanente interrogante que acompaña al autor en su trabajo. ¿Por qué se luchaba?... Todo aquello se da en la importancia geopolítica territorial del espacio físico tarijeño. ¿Qué significa Tarija para la Audiencia de Charcas? ¿Para qué ese paso de la dependencia con Lima a la relación con Buenos Aires, con Salta y Tucumán ¿Cuál es su relación con esa república flamante que empezaba con el nombre de Bolivia? No sólo son razones geográficas, donde el Pilcomayo tiene un rol poco conocido, o las económicas dentro de la diversidad productiva de la región en relación a otros mercados, sino el peso político que inclina al país hacia el macizo andino, a los mares del sur o hacia el Atlántico. Sólo un estudioso de la región podría informarnos con esa claridad que no vemos desde el centro, desde una hoyada rodeada de cerros que a veces nos nubla el horizonte…”
(Roberto G. Vitry, Salta – Disponible su venta en Salta)

Belzu – Gorriti

  Entre el Amor y la Guerra”
   Juan Carlos Castellanos Zamora
    TARIJA, Bolivia, 2011

  La historia amorosa de la salteña Juan Manuela Gorriti con el general boliviano y presidente de su país, Manuel Isidoro Belzu, prosigue generando la atención de las generaciones actuales. Es que la relación entre ambos, los dos por igual transgresores a su manera, se inició en el centro de una hoguera alimentada por el fuego del amor nacido en el cruce de la primera mirada. La diferencia social entre ambas familias era manifiesta. Belzu, de humilde cuna; Juan Manuela, de ascendencia con alcurnia en Salta. No le importó el detalle a ella y desoyó el consejo de su padre, que finalmente consintió con la unión matrimonial. Juana Manuela ardía de pasión a los 15 años, enamorándose perdidamente del capitán Manuel Isidoro Belzu, a la sazón, confinado por inconducta militar en Tarija. La familia Gorriti exiliada en el mismo lugar por razones políticas.
                                                 Tras el casamiento, las desavenencias. Belzu  se interesó más por su carrera militar, corría ansioso tras el poder, abandonando por sus campañas a su esposa, que sufría en soledad esa constante ausencia de su consorte. Nacieron dos hijas mujeres, única compañía para la madre. Después la separación. Él llegó a la presidencia de la república y después se impuso un largo auto exilio en Europa. Ella, buscó refugio en las letras. De regreso a su patria Belzu cedería a los ruegos de sus seguidores y tornaría a las andadas. Belzu derrocó al presidente Melgarejo, pero éste asesinó de un tiro al famoso “Tata”, retomando el poder.
  El doctor Juan Carlos Castellanos Zamora, abogado y profesor universitario, acaba de editar la novela histórica Belzu – Gorriti, ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA”, donde relata paso a paso el romance entre ambos, la separación y el encuentro final:
  Jadeante por el esfuerzo, con grandes zancadas soben las gradas (Juana Manuela y su hijas Edelmira), sortean el cuerpo de Machicado que inerte permanece en el suelo, mientras Belisario les apunta el lugar donde fue victimado  Belzu, quien yacía tendido en el diván con la cabeza apoyada en unos almohadones, la vidriosa mirada del “Tata” sin ver nada la tenía puesta en el pasillo como esperando la llegada de Juan Manuela; su labios trémulos parecen querer decirle adiós. Ésta al verlo desesperada correr y se abraza al cuerpo del hombre que tanto amó, sus manos se tiñen de con la sangre aún caliente que como un rojo manantial brota de la herida que tiene en la cabeza, por donde se le fue la vida.
  Su llanto desgarrador, al que se suma el de Edelmira, besa la frente ensangrentada de Manuel, reclamándole:
-¡Por qué no me esperaste, por qué!, tenía tantas cosas que explicarte, a pesar de todo lo que nos impuso la vida, nunca dejé de amarte”. (Roberto G. Vitry, Salta)


La presentación del libro en Salta
    El doctor Juan Carlos Castellanos Zamora, autor de la novela históricaBelzu-Gorriti” <ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA>, tal como se anticipara en la edición del miércoles 31 de agosto pasado en las columnas del periódico El Expreso, que dirige el señor Oscar Burgos en nuestro medio, anticipamos que “Es intención del doctor Castellanos Zamora presentar su obra en la ciudad de Salta, pues el eje histórico de nuestra provincia con Tarija, prosigue tan vigente como antaño”. El viernes 14 de octubre, un mes y medio más tarde, el doctor Castellanos Zamora, con los auspicios de la “Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes”, hizo realidad su promesa. En una sala del Cabildo Histórico de Salta, Caseros 549, con buena concurrencia de público, contándose entre ellos a componentes de la colectividad tarijeña residente en Salta. La exposición del autor, alternada con ilustraciones, atrajo la atención de los presentes. El tema sentimental de la relación que comenzó siendo voluptuosa entre la salteña Juana Manuela Gorriti y Manuel Isidoro Belzu, después presidente de la república de Bolivia, culminó resquebrándose por muchas razones, todas explicadas en su obra por el doctor Castellanos Zamora.
  El capitán Belzu, confinado en Tarija, conoció en esta ciudad a Juana Manuela Gorriti y en el primer cruce de sus miradas en la plaza principal, el fuego del amor encendió a ambos por dentro. De esa manera nació este romance novelesco que culminaría con el asesinato de Belzu a manos del dictador Mariano Melgarejo, presidente de la república. Los ríspidos sucesos que envolvían a Bolivia en una lucha intestina y sangrienta a la vez, culminaron cerrando ciclos. El de Belzu fue uno de ellos. Juana Manuela no alcanzó a encontrarlo con vida, en un epílogo dramático para su existencia y esta mujer abatida por la desesperación, atinó a confesarle a un cuerpo inerte que nunca había dejado de amarlo.
  El doctor Castellanos Zamora recrea con esta novela histórica uno de los más apasionantes romances de la historia sudamericana durante la guerra de la independencia de América del Sur.
  En la fotografía adjunta el doctor Juan Carlos Castellanos Zamora, autor de la obra, junto a Roberto G. Vitry, historiador salteño. El libro presentado el viernes 14 podrá adquirirse en Salta.

“Las calles y pasajes de Salta”

  El doctor Edgardo Fuad León, reconocido médico pediatra de nuestro medio, efectuó un interesante aporte a la literatura de Salta capital, con la edición de su obra Las Calles y Pasajes de Salta”, Tomo I y II, un “nomenclador cartográfico y acepción biográfica de sus nombres”, tal como especifica en la portada de su obra. El autor de la obra en la introducción nos dice: “Desde temprana edad he sentido la recóndita necesidad de conocer él por qué de los nombres de las calles de cualquier pueblo y/o ciudad, creía, con cierto asidero, que para esta designación perpetua en el tiempo, debía estar vinculado a un suceso histórico o ser una persona de significación en la vida de la provincia o del país. Pero, indudablemente, los tiempos políticos, también influyeron, para que algunos funcionarios, exceptuando, aquellos próceres cuya historia, según nos contaron, no se animan a cuestionar. Existe una disparidad irreconciliable de opiniones entre diversos autores sobre una misma persona y esa duda metódica se adentraba en mi pensamiento con un sin número de interrogantes. Es fundamental, en esta justipreciación tener mesura graficada la expresión cartiana: “Como hombre que anda solo y en las tinieblas me resolví a caminar tan lentamente y a usar de tanta circunspección en todas las cosas, que, aunque sólo avanzase muy poco, por lo menos me preservase de caer”. Tan es así que algunas designaciones de pasajes o calles no han sido muy válidas o acertadas y suenan a veces como desatinos inexplicables, porque carecen de toda significación de envergadura, histórica, cultural o social…” (Doctor Edgardo F. León)
El prólogo corrió por cuenta del doctor Carlos Colmenares (Odontólogo), en el que expresa: “El Doctor Edgardo León es un prestigioso profesional médico oriundo de Ledesma (provincia de Jujuy), pero que ya adoptó la ciudadanía salteña y me aventuro a decir que se siente tan salteño, como cualquiera de nosotros. Él nos tenía acostumbrado a leer sus trabajos científicos y de investigación sobre su especialidad, que tanto amó y aún hoy sigue amando, que es la Pediatría. Recordemos “La Pediatría en Salta”, tomos l y ll, y la “La vivencia infantil”. Dos publicaciones de gran nivel que sirvieron para que nosotros, los salteños, conozcamos sobre historia, costumbres y vivencias de la pediatría de esta tierra de Güemes.

  “… Las calles y pasajes de la ciudad de Salta. Acepción biográfica de sus nombres” como todo autor que publica un escrito y quiere dejar un mensaje, a mi modo de ver nos deja dos enseñanzas, la primera: saber en forma somera quién fue esa persona y qué aportes hizo a la comunidad, si su actividad se desarrolló en nuestro medio o es algún foráneo que tuvo trascendencia tanto nacional o internacional. Leyendo este libro vamos a poder descubrir varios salteños que tuvieron destacada actuación y nosotros no estábamos en conocimiento de ellos. Si se trata de una localidad, como estamos acostumbrados a abreviar su nombre, lo conoceremos exactamente, completo y en forma correcta y si fue un acontecimiento, que significado tuvo, pues es muy común que nosotros, los salteños, nombremos calles pues son de nuestro recorrer diario y no tenemos idea de la importancia de ese hecho para nosotros. La segunda: aprender un poco de historia antigua (con respecto a nuestro país), como contemporánea. Y vamos a conocerla de una manera concisa y precisa pero sabiendo por qué y cuáles fueron los antecedentes para figurar en ese sitial del ejido municipal… El doctor Edgardo León realizó una vasta tarea de investigación, no fue fácil encontrar la biografía o el curriculum de algunos personajes, pero aquí está su obra. Leamos este interesante trabajo de investigación, lo hagamos y creo que será motivo para aumentar conocimientos o quizás de refrescarlos, también nos sorprenderemos…”

Biblioteca del Norte (Salta)

Agradecimientos

  A la Fundación Atilio Cornejo de Salta, en las personas de sus directivos, Rogelio Saravia Toledo y Américo A. Cornejo, que patrocina el proyecto cultural Biblioteca del Norte.

  “A la Crujia, que mira hacia las provincias y aporta sus recursos y experiencia editorial para que las letras argentinas se difundan en el país y el extranjero.

  “A los descendientes de Juan Carlos Dávalos que accedieron para que el libro vuelva a estar al alcance de los lectores, y en especial a su nieta Virginia Dávalos y a su bisnieto Juan Casabella Dávalos, que dieron además su tiempo y empeño para lograrlo.

  “A Mariano Cornejo, por las obras que ilustran las tapas de los libros de la colección.

  “A la viuda de Juan Alonso, por la foto de Dávalos que se reproduce”.

  Ilustraciones de las restantes publicaciones de “Biblioteca del Norte”.